Erase una vez una señora que tenía 3 hijos, unos chicos que siempre ayudaban en casa, van bien en la escuela, diría la señora misma "son buenos jovenes". El mayor de ellos, a sus 21 años trabajaba en una fábrica, en la que por Navidad les hacen un baile. El joven llega con sus amigos a la fiesta, toma una cerveza y conoce a una chica.... tres meses después ya están casados, pero como la pobreza es grande se ven en la necesidad de empezar su vida marital en casa de su madre, la señora al ser un buen chico los acepta con gusto en casa. Esto no es muy bien visto por los otros dos hijos, los celos familiares los empiezan a invadir.
El segundo de los hijos es un poco retraído, su vida desde su nacimiento fué muy complicada. Su madre al nacer, lo "prestó" (asi lo cuenta ella) a su hermano ya que la mujer de este no podía tener hijos. A los 3 años del niño, el tío lo regresa a su madre porque se entera que milagrosamente tendrá un hijo, esto es un secreto familiar... pero los problemas en casa se intensifican, y esas cosas siempre han de salir a la luz en algun momento!
El más chico de los hijos, aún no es muy conciente de las cosas que pasan a su alrededor. El solo pide tiempo a lado de su madre cuando regresa del trabajo, pero el hermano mayor y la esposa han restado un poco de ese tiempo, por lo que cuando hay opotunidad de hacer un berrinche... no lo duda y empiezan los llantos.
Su madre, nota un cambio muy grande en sus hijos. El mayor ahora es déspota, le da a su madre $200 a la semana para los gastos del hogar y pide que por su contribución, se le sirva de comer, camisas planchadas y ropa limpia; y no solo a él, también a la esposa. El mediano, se enteró de el pasado, ha dejado de ir a la escuela y es parte de una banda de grafiteros que lo incitan a probar la piedra. El chico ahora es grosero con su madre, la televisión es su compañía y ha olvidado los juegos. Todo es tensión.
Una noche, se acercan los tres hijos con una madre que está en el suelo desconsolada. El mayor grita: "Esta casa, un día será mía, espero mueras pronto". El mas chico aplaude y le da una patada a su madre, y chilla: "te odio y no te quiero". Pero el mediano, su comentario es el más hiriente y atemorizante, le dice en tono amenazador: "un día, entraré a tu cuarto..... y te voy a matar"
Su madre espantada, corre al hijo mayor de la casa, al mediano lo inscribe en un internado, y con el pequeño cree que aun es capaz de lidiar y corregirlo! Ahora esta un poco más tranquila, hasta que....
.."su hijo X ha escapado del internado, después de un intento de suicidio, si acude a su domicilio por favor notifiquelo lo antes posible"
la señora, ahora vive con miedo. El insomnio es su compañía, tiene miedo que algún día su hijo entre a su casa a matarla. Siempre se pregunta antes de intentar dormir... ¿cómo es que llegamos a esto?. El cansancio le gana.... despierta al siguiente día, con el mismo temor.... insuperable dice ella.
lunes, 16 de junio de 2008
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5 comentarios:
Y en verdad despertaría?
Aguas!!!
Si tuviera hijos así -porque seguramente son feos, además- los mataba yo primero... y pregúntale a Lady V si no
si, los pobres son siempre feos, yo los he visto y me han contado, además eso mismo le pasó a la mamá de Memo (el hombre de Titanio) con la diferencia de que el hermano mayor es un blandengue y Memo es el que patea a su santa madre en las costillas...
...y desde ese día aprendió a dormir con los ojos abiertos.
Que miedo ... yo por eso la pienso con eso de los hijos .
No vayan a salir como nosotros ... bien raros y con tendencias asi medio psico ...
Bendito Dios que me aleje de Cuchillos a tiempo ...
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