Segunda serenata a la luz de la luna, en tres movimientos.

Escondite perfecto

La azotea del mismo edificio. Mi silueta al fondo. Llega él.

Boris (impaciente): ¡Por fin llegas! Estuve apunto de.... (voy a soltar un arañazo)

Él: ¡Espera! (cordial) Esta vez, vengo resuelto a cantar toda la noche y toda la mañana si tu lo quieres....

Boris: ¡Por fin reconoces nuestra ahm... amistad! (feliz se acerca a él)

Él (sacudiendome): ¡A un metro de distancia!

Él interpreta de fondo "Niño" de Belanova.

La mujer con los pelos de punta

Durante la melodía se enciende una ventana, y se vislumbra una silueta: una mujer con los pelos de punta.

Mujer con los pelos de punta: ¡Ya te dije que si no callas a ese maldito gato, me voy con mi madre! ¡Odio a los gatos callejeros! ¡Maldito animal lleva dos noches casi sin dejarme dormir! Así que ya te dije (histérica) ¡¡¡Acaba con ese animal de una vez!!!

Se ve a través de la ventana la silueta del marido que sostiene un rifle

La cacería del gato cantante o la verdadera venganza del gato Boris!

Lentamente el cazador camina por la azotea, mientras que Él, ajeno a la persecución, continua cantando. De pronto, el cazador se detiene; ya tiene en la mira al supuesto gato cantante, pero no puede disparar, pues un tinaco se interpone y le impide dar en el blanco perfecto. Boris!, que ha sido testigo mudo de toda la acción, coloca a Él -- que continua la serenata-- en la mira. El cazador aprieta el gatillo y dispara, hiriendo de muerte a Él que de inmediato cae. Se escucha un sonido como de un globo que se desinfla: Rápidamente Boris! mira hacia abajo de la azotea, canta.

Boris: Eres el gato
que anda buscando
y... y...haciendo....

De pronto Él despierta

Él: ¡Boris! (Boris se vuelve, feliz): ¿cuántas veces te he dicho que así no va a canción? ¿tendré que repetirla mil veces para que te acuerdes? (canta)
Eres el gato
que anda buscando
y haciendo ruidos
por el tejado....

Se acerca Boris, que se queda estupefato y, como en los viejos tiempos, se alejan, perdiéndose entre los sueños de la noche. Mientas, arriba, una sonrisa se dibuja en el rostro de la luna.